Entrevista en FLACSO radio: La privacidad y el internet

Post original en flacsoradio.ec compartido bajo licencia CC-BY-NC-SA 4.0 internacional

La privacidad en internet no existe. Y es que si los servicios que usamos —Gmail, Facebook, Skype, WhatsApp, etc.— son gratis, nosotros somos el producto. Por ejemplo, gracias a las filtraciones que hizo Edward Snowden, exfuncionario de la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos, conocemos que las empresas de servicios por internet venden nuestra información privada.

En esta edición del programa hablaremos del poder tecnológico de gobiernos y empresas sobre la ciudadanía. También revisaremos las alternativas que nos ofrece el software libre para defender nuestras comunicaciones. Para ello entrevistamos a Rafael Bonifaz, presidente de la Asociación de Software Libre del Ecuador, y Andrés Delgado, activista por las libertades en el internet.

Otros links para mayor información:

Lo que vemos quienes alquilamos internet

Conseguí un nuevo trabajo en una de esas empresas que vende el servicio de Internet. Me he vuelto un poco huraño y estar encerrado en una oficina aislado del ruido parece una buena opción, tengo tiempo de sobra para leer y escribir porque mi tarea es bastante pasiva. Sólo tengo que supervisar los registros de cuando la gente se conecta y desconecta a Internet. La pantalla se parece a esta —sólo que no tenemos política de bloqueo y, bueno, la fecha es junio de 2015:

El día de mañana van a capacitarnos sobre la herramienta pero hasta tanto he visto algunas cosas interesantes. La primera es que muchos clientes corporativos, es decir que trabajan en empresas, acceden a páginas porno en horarios de oficina. Las mujeres, fuera de las páginas a las que parece que tienen que acceder por el trabajo, miran sobre todo qué comprar.

Casi todos usan Facebook más que cualquier otra cosa, como cada perfil tiene un usuario distinto, puedo saber los perfiles de quién está visitando un cliente en específico. No sé quien es el cliente al inicio pero hay maneras de averiguarlo. Puedo buscar en el contrato el nombre, la dirección o el número de teléfono registrado para el servicio técnico, pero la persona que paga no es necesariamente la que está navegando, lo mejor es esperar a que suban una foto o algo así para que Facebook «arroje» la URL (la dirección que aparece en la barra de direcciones) de la foto una vez que ha terminado de cargarse, entonces es muy fácil entrar al enlace y ver de quién se trata.

Lo he hecho unas cuatro veces el día de hoy, el tercera era una señora casada que pasa mucho tiempo viendo el perfil de uno de sus compañeros de trabajo (la gente suele poner en Facebook cuál es su empresa). Estoy preocupado por otra persona que anda buscando en Google sobre zimovudina y abacavir, seguramente tiene VIH y, o no puede conseguir la medicación o le da vergüenza ir a la farmacia. También me enteré —wow— que existe una página llamada comosuicidarme.com. Iba a entrar para ver qué es, pero me dio miedo que mi nueva jefe vea eso en su registro y me mande al psiquiatra.

Captura de pantalla de 2015-06-04 14:21:03

También tenemos este juguete llamado IP2Location, que nos dice desde dónde se están conectado los clientes. La verdad es que en la nueva versión del programa de monitoreo es mucho más amigable y nos da la información igual que con los otros datos de arriba. Aquí se ve sólo la ciudad pero realmente la IP —esos cuatro números divididos por puntos— me puede decir exactamente dónde se encuentra una persona. Andre, mi amor, si estás leyendo esto no te preocupes que tu universidad no está dentro de nuestros clientes, ya busqué.

En este video nos enseñan todo lo que podemos hacer, está chévere. Está en inglés pero tiene subtítulos en español que hay que activar en YouTube. Hablan muy rápido así que toca leer más rápido todavía:

Metadatos

El trabajo está muy bien pero yo no quiero que vean lo que hago, así que creo que voy a usar Tor, en mi anterior trabajo lo usaba porque la mayoría de páginas web estaban bloqueadas y Tor me permitía verlas sin ningún problema.

The Onion Router o TOR es un explorador como google chrome, de hecho es una variante de firefox que todo el mundo puede descargar. Utiliza matemática muy avanzada para ocultar tu conexión. No es perfecta, se pueden correr computadoras para descifrar su clave pero hacerlo demoraría entre cinco y diez años, entonces TOR usa este cifrado para conectarse a un «nodo tor» en cualquier lugar del mundo, repite este proceso tres veces —es decir que hay tres capas de cifrado, demasiados años de cálculos hasta para la NSA— y finalmente uno se conecta a la página que buscaba. Si no entrego datos personales a la página donde me conecto puede que jamás averigüen que estuve ahí.

Quizá a los jefes no les guste eso.

Publicaciones en otros medios

Durante los últimos dos meses he sido invitado a participar en varios medios no tradicionales, comparto aquí los enlaces por si no se han cruzado con ellos.

“Digital Rights: Latin America & The Caribbean”, es un boletín mensual de análisis sobre el estado de los derechos digitales en Latinoamérica y el Caribe. Tuve la oportunidad de escribir sobre la neutralidad de la red en el contexto de la nueva Ley de Telecomunicaciones para su edición de enero (que salió el 31 de ese mes). Aquí pueden encontrar el artículo en español, inglés y portugués.

FayerWayer, uno de los portales más importantes sobre asuntos de tecnología en hablahispana, también me invitó a escribir sobre el tema. Y la semana pasada colaboré con un artículo sobre obsolescencia programada, que en este momento ¡es el post más leído de los últimos 7 días!

Finalmente, esta semana me entrevistaron sobre la decisión del Ministerio del Interior de colocar cámaras en centros de diversión nocturnos. El PanamPost publicó la entrevista en inglés y español.

Todos son temas relevantes todavía, así que espero que los lean y compartan.

Cámaras en los moteles: “Solo vigilamos los pasillos”

¿Es realmente tan inofensiva la disposición de colocar cámaras en los moteles?

Tras responder los insultos de Lourdes Tibán al presidente, defenderse de las observaciones realizadas por la Organización de Naciones Unidas a las pésimas políticas y leyes sobre salud sexual y reproductiva les quedaba muy grande, así que la última cruzada de la red social de Alianza País –Somos Más– es defender la colocación de cámaras de vigilancia en los “pasillos y áreas públicas” de moteles, cabarés, salones de masajes y casas de cita dispuesta por el Ministerio del Interior.

Dice Alianza País –asumo que es una posición del movimiento pues ellos son quienes financian esta red social, el manejo de sus cuentas y a su diseñador gráfico– que la prensa privada está manipulando la información, que esto no es una invación a la intimidad. Inclusive Fernando Alvarado, Secretario Nacional de Comunicación, se tomó la molestia de explicar vía tuit que dichas grabaciones “solo pueden ser obtenidas para investigaciones, ordenadas por un juez y a través de un fiscal” y que las cámaras “son exclusivamente para sectores de ingreso y salida” y que esto ya se hace en otros países del mundo como Estados Unidos.

Todo es por seguridad y nadie se mete en la alcoba, es más o menos el argumento manejado desde el oficialismo. A eso añádanle que siempre se va a respetar la ley y que esos videos están a buen recaudo hasta que lo ordene la justicia ecuatoriana. Suena bien, igual de bien que sonaba el hoy extinto artículo 474 del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

Como muchos de ustedes recordarán, a fines de 2013, en un momento de conmoción social –debe haber sido un campeonato de fútbol– se aprobó el COIP. Duró poco, pues había tantas observaciones por parte de la sociedad civil que Alianza País anunció una revisión exhaustiva “artículo por artículo”, se dividieron en mesas y, en una de ellas, recibieron a varias personas del colectivo #InternetLibre para discutir la disposición de la recolección masiva de “datos sobre números telefónicos, direcciones IP estáticas y dinámicas, así como el tráfico de conexión, acceso a transacciones y la información de los enlaces de comunicación inalámbricas del servicio y la vía de comunicación por un tiempo mínimo de seis meses, a fin de poder realizar las investigaciones correspondientes”. Se pretendía además que si tu proveías de internet a alguien, lo grabes. Esto apuntaba a los “cybercafés” pero la redacción era tan inespecífica que creaba una situación bastante incómoda incluso si querías compartir el wifi casero con tus amigos.

El 29 de noviembre de 2013, María Augusta Calle hace público que el bloque de PAÍS decidió eliminar el artículo 474, y en días posteriores señaló que la adhesión de Ecuador a la resolución de las Naciones Unidas que hace referencia al derecho a la privacidad “fue clave en la discusión”, el asambleísta Diego Vintimilla señaló que esa resolución de la ONU fue la base para el análisis de lo que se haría con el artículo 474 del Código Penal.

Casi un año después, a través de la Ley de Telecomunicaciones, se hizo un segundo intento para conservar “los registros de acceso, registros de llamadas, entre otros, en las condiciones y por el tiempo que se dispongan en las regulaciones específicas”. Una vez más la ciudadanía alzó su voz y se obtuvo un veto parcial por parte de la presidencia. A diferencia de lo que pasó con el 474, esta vez si quedó un registro por escrito de las razones para el veto parcial a este artículo. Aclara:

La Declaración Universal de Derechos Humanos franquea en su artículo 12 que nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, determinando que en la ley se establecerá la protección adecuada frente a tales injerencias. De igual manera, la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece en el artículo 11 la misma garantía. En ese sentido, la Constitución de la República consagra en el número 20 del artículo 66 el derecho a la intimidad personal. Permitir a los prestadores de servicios de telecomunicaciones que conserven información tan específica sobre los usuarios, evidentemente podría traducirse en una transgresión al derecho a la intimidad, tanto más que en la actualidad hemos sido testigos de la vulnerabilidad de los mecanismos de seguridad informática.

Es importante notar que la Ley de Telecomunicaciones no buscaba conservar el contenido de las comunicaciones, es decir lo que sucede en la alcoba, sino únicamente los registros de acceso y llamadas, es decir quien entra, cuando, con quién; el equivalente a las cámaras en los pasillos y áreas públicas. Entendemos entonces que así como el derecho de una persona a la intimidad no se limita al contenido de las comunicaciones, sino también al hecho de la comunicación y a la información sobre la comunicación. La privacidad y la no injerencia en la vida privada y familiar, no incluye únicamente a lo que pasa dentro de la habitación de un centro de diversión nocturna, sino también a la información relativa a ese encuentro, a los “metadatos” que uno puede encontrar en un motel.

También es notable que el Estado se preocupe de la recolección por parte de terceros, en este caso los prestadores de servicio de internet, puesto que el mismo caso se puede aplicar a la recolección en video por parte de los dueños de centros de diversión nocturna. La sola existencia de registros, como bien señala el veto de la presidencia, vulnera el derecho a la intimidad, puesto que la seguridad informática es vulnerable a ataques por parte de terceros y a veces ni siquiera hace falta un ataque para acceder a una webcam –que hoy por hoy es el mecanismo más difundido de vigilancia. Como dice Assange: la mejor manera de proteger un secreto es que no exista.

Adicionalmente, como bien indica un editorial de El Telégrafo, “una vez que los datos han sido acumulados y el Estado tiene la posibilidad de acceder a ellos, los puede usar de muchas maneras incorrectas”. Ya se han dado casos donde algunos agentes de inteligencia usaron los sistemas de vigilancia de los EE. UU. para rastrear a sus amantes. Eso por no hablar de las posiblidades de extorsión que abre el simple hecho de visitar uno de estos sitios, una denuncia legítima puede desaparecer en el olvido por un ataque al mensajero. Imaginen un caso como el de Mery Zamora cada semana.

La privacidad en un mundo donde la capacidad de conservación, análisis y agregación de datos se vuelven cada vez más barata exige que la ciudadanía tenga una adecuada defensa legal pero sobretodo técnica de su privacidad, la colocación de cámaras en calles, unidades de transporte, colegios, moteles, cabarés, salones de masajes y casas de cita supone una grave amenaza a la privacidad y una potencial herramienta para atacar la libertad de expresión y la capacidad de fiscalización al Estado.

Actualización

La medida fue finalmente derogada, según comentó el presidente Rafael Correa citando algunas de las razones aquí expuestas, concluyó diciendo algo como «igual el 70% de estos centros ya cuenta con cámaras». Nada de qué preocuparse.

Por qué eliminé mi cuenta de Facebook

Hoy se cumple una semana desde que diera la orden de eliminación para mi cuenta de Facebook, lo cual quiere decir que en una semana más esto será «irreversible». Que tan irreversible sea eso, es relativo. Mi información le pertenece a Facebook y comercia con ella, y esta es la razón por la que a pesar de eliminar la cuenta todo lo que hice ahí — cada clic, visita, mensaje y texto escrito (incluso los no publicados) — jamás se irán. Algunas personas me han preguntado por qué lo he hecho y creo que sería bueno exponer las razones que me hicieron abandonar a la red social más grande del mundo.

1. Sus algoritmos

Previamente Facebook funcionaba de forma similar a otras redes sociales como twitter y tumblr, veíamos una exposición cronológica de nuestros amigos, eventos, páginas. Después de un tiempo, ellos decidieron que esto iba a cambiar y empezaron a modificar el algoritmo que selecciona la información que aparece frente a ti, en base a las interacciones de sus usuarios y, evidentemente, de algunos intereses comerciales. Esto seguramente le agradó a algunos usuarios pero al menos en mi caso hizo que la página inicial se volviera más aburrida.

2. La neutralidad de Internet

Durante los últimos años muchas de las principales tecnologías se han vuelto tan pequeñas y baratas que empezaron a ser usadas por una gran cantidad de personas, si bien hay que tener cierta formación, lo cierto es que en muchas actividades humanas los que antes eramos consumidores empezamos también a ser productores, de ahí el nombre de prosumidores. Esto es evidente cuando hablamos de información e Internet. La red trata a todos los paquetes de información de la misma manera, todos viajan a la misma velocidad y al mismo costo, este atributo de Internet es conocido como Neutralidad de la red.

Es lo que ha evitado que terminemos rodeados de contenidos superficiales y llamativos (como sucede en televisión y radio). Facebook mató esto. Después de modificar el algoritmo mediante el cual te comunicas con tus «amigos», también empezó a cobrar por publicitar los anuncios de las páginas. Todos quienes manejábamos una, pudimos ver como las visitas cayeron dramáticamente. Me gustan los sitios neutrales y esto aún es así para la mayoría de redes sociales.

3. La presión social

Esto es extraño, puesto que usualmente esta es la razón por la que la gente se queda en Facebook, pero lo que sucedió en mi caso fue que varios de mis contactos empezaron a desinstalar la aplicación móvil de Facebook una vez que este anunciara que empezaría a registrar con micrófono y cámara cada vez que escribieras tu «estado» para compartir información automáticamente. Esto rebasó su umbral de tolerancia y los motivó a denunciarlo en línea. Yo no me podía quedar atrás.

4. El derecho al olvido

Si ustedes buscan esta frase en DuckDuckGo o en cualquier otro buscador encontrarán muchísima información. ¿Tienen derecho los padres a subir fotografías de sus hijos sin su consentimiento? ¿Qué tal si al crecer todo eso les resulta molesto? ¿Qué pasa si una persona quiere volver a empezar en su vida y dejar atrás todo registro de sus acciones pasadas? ¿No queremos poder OLVIDAR nuestros errores? Facebook ciertamente te dice que puedes seleccionar cuanto compartir y con quien, pero esto es totalmente relativo. Se han dado casos donde su política ha cambiado repentinamente y la gente publicó algo para sus amigos y de repente todos podían verlo.

Otro ejemplo mucho más siniestro es tener a la NSA recolectado miles de fotografías en línea y yendo más allá, teniendo acceso directo a los servidores de la compañía. Evidentemente la mayoría de la población tal vez nunca tenga problemas con la NSA, pero el punto es que las tecnologías para realizar este tipo de intrusión también se vuelven cada vez más baratas y muy pronto podríamos tener intrusiones de varios gobiernos sobre nuestra información. En una nota personal, mis actividades no caen precisamente fuera de lo que la NSA consideraría un objetivo. Activistas, periodistas y administradores de sistema son blancos, casi por defecto.

No estoy diciendo que al eliminar mi cuenta puedo olvidar todo eso, pero me irá mejor con lo que haga de ahora en adelante.

5. Independencia

No podía creer lo ansioso que me sentía los primeros días tras cerrar la cuenta, necesitaba saber qué pasaba en el mundo, lo que publicaba la gente, comunicarme. Realmente no sé que era pero ciertamente desarrollé una dependencia poco saludable hacia Facebook. La próxima que quieras tachar a alguien de adicto, intenta dejar tu cuenta de Facebook. Pero, eso no siempre fue así. Antes era capaz de encontrar mucha información y seguir con mi totalmente saludable *cough* adicción a Internet ¡sin Facebook! La ansiedad te puede llevar a querer reabrir tu cuenta a las dos horas de cerrarla, pero darte cuenta de cuanto han experimentado con tu cerebro para volverte extremadamente dependiente molesta, y esa molestia fue definitivamente una razón más para mantenerme lejos.