Entrevista a Andrés Delgado, por Evolucionarios

Texto de la entrevista que me realizara Evolucionarios (hoy fuera de línea)
¿Cómo definirías la cooperación?

Cuando dos o más personas trabajan juntas de buena gana para obtener un resultado que beneficie a los participantes (y en muchas ocasiones a toda la comunidad).

¿Crees que el principio de cooperación es aplicable a la sostenibilidad?

No sólo creo que es aplicable, sino que es imprescindible. En la economía actual las personas y las empresas hacen de todo para acumular dinero, y eso a veces incluye que los platos rotos los paguemos las otras personas e incluso la propia naturaleza. Sin una visión cooperativa, pronto nos quedaremos sin recursos para llevar una buena vida y sin amigos con los cuales compartirla.

Gabor Maté, un reconocido psiquiatra, menciona que nuestra felicidad es directamente proporcional al número de «iguales» que tengamos, gente como nosotros con las cuales nos podamos conectar, y es eso precisamente lo que genera la cooperación.

Desde un punto de vista más técnico, las herramientas que la cooperatividad ha creado tienen una lógica distinta a la del mercado, en lugar de crear productos para vender más y más. Se crean productos pensados en su reutilización y durabilidad. Podemos mencionar como un ejemplo de esto a los diseños de Open Source Ecology, quienes han reducido el costo de máquinas industriales a un octavo del precio en el mercado, pero paradójicamente han aumentado su durabilidad 5 veces.

¿Cuál es el concepto de FLOK Society?

Para entender al proyecto FLOK Society hace falta conocer un concepto clave que en los últimos años ha mejorado la calidad de vida de muchas personas en el mundo y ha permitido además el nacimiento de una nueva cultura de innovación: El COPYLEFT.

Al contrario del copyright (derechos de autor), el copyleft es básicamente un acto de nobleza por parte de quien inventa un nuevo diseño, escribe un nuevo libro o codifica un nuevo software. Es declarar a su creación como patrimonio común de toda la humanidad, para siempre.

Gracias a esto hemos podido apreciar el surgimiento de toda una industria mundial (software libre), que ahora ha tomado uno de cada cuatro computadores corporativos en el mundo y ya en 2007, la economía de productos libres constituía un sexto del Producto Interno Bruto de los Estados Unidos.

Ya tenemos muchos ejemplos de consumo colaborativo aquí en Ecuador. Tenemos una red de autos compartidos (www.autocompartido.com.ec) que, si los usáramos bien reduciríamos un 80% de las emisiones en nuestras ciudades. También hemos implementado algo similar con las estaciones biciQ, las cuales poco a poco van tomando todas las ciudades de Ecuador. Otros colectivos ciudadanos han empezado a usar las redes sociales como medio para intercambiar objetos a fin de no gastar más e incluso montaron una especie de tribuna de defensa del consumidor con un grupo llamado «Te aviso para que no les compres». Nosotros queremos llevar esto mucho más lejos para que los productos de la gente que ha regalado su trabajo a la humanidad (al registrarlo con una licencia libre o bajo copyleft) tengan su máximo alcance en Ecuador, convirtiendo a este país en un laboratorio de ideas.

La Sociedad del Conocimiento Libre y Abierto pretende crear una nueva forma de producir y consumir. Queremos dejar atrás al Ecuador que únicamente basa su economía en recursos limitados (como el petróleo) y proponer un país que use recursos ilimitados (como son la ciencia, la tecnología y el conocimiento) para sacar adelante a su gente y conservar su naturaleza.

Queremos que Ecuador cambie al mundo.

¿Cómo crees que se puede aprovechar el conocimiento para el bien común?

Si bien no creo en el conocimiento individual, sí creo que cada uno de nosotros tiene destrezas únicas que pueden dar aportes igual de únicos a este conocimiento que compartimos como humanidad. Isaac Newton lo explicó mejor cuando escribió:

«Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes».

Lo que Newton quería decir es que nosotros siempre creamos algo solo a partir del conocimiento que han dejado las 4000 generaciones de humanos que han pasado por este planeta, no existe nada que pueda ser 100% original, y es importante reconocer este hecho, porque nos permite entender que el mejor aporte que podemos hacer cuando tenemos una nueva idea, una explosión creativa, es brindarla como un apoyo a las presentes y futuras generaciones.

La imprenta revolucionó la historia porque permitía que los libros se reproduzcan mucho más rápido y ahora con Internet las ideas viajan a la velocidad de la luz (literalmente), si logramos que estas ideas se transformen en diseños de maquinaria libre, educación abierta y programas de computación gratuitos, podremos mejorar la calidad de vida de la gente.

Cuéntanos tu experiencia en la sociedad del conocimiento compartido.

Bueno, ahora mismo escribo usando un sistema operativo gratuito basado en GNU/linux (Ubuntu), en un programa de software libre, hubo gente que escribió el código de esos programas para mí. Creo que todos empezamos primero ‘usando’ estas herramientas del conocimiento compartido y posteriormente empezamos a realizar aportes que aunque nos parezcan pequeños terminan acoplados a un sistema enorme de conocimiento que otras personas pueden usar. En mi caso específico, he registrado obras de arte y ensayos bajo licencias libres.

Hace pocos meses, mis amigos David y Rafael, junto con mi primo Vinicio, hemos empezado a armar algunas impresoras 3D y eso gracias a que alguien más ha publicado libremente los diseños en internet. Algo interesante sobre esto es que una vez que estén terminadas, podremos imprimir las piezas para otras impresoras. ¡Es alucinante!

También he usado mucho de los contenidos en línea para aprender por mi cuenta, he aprendido otros idiomas humanos y computacionales (programación). Una vez fui a clases de salud mental tras haber escuchado una ponencia de uno de los más grandes expertos internacionales de la universidad de Stanford en línea. El profesor salió muy sorprendido.

¿Cómo crees que se puede incentivar a la juventud para formar parte de la sociedad del libre conocimiento?

Creo desde el fondo de mi corazón que las personas nacemos con una gran motivación hacia un mundo mejor, el problema no es incentivar a los jóvenes sino detener a quienes inhiben esa curiosidad innata.

Ken Robinson resume muy bien el sistema educativo:

«Sólo hay una respuesta… y está al final del libro. ¡Y no mires! Porque es hacer trampa»

Hay que crear nuevos centros, instituciones, empresas, clubes, grupos de amigos que funcionen desde una lógica distinta, dónde podamos reunirnos a compartir ciencia y jugar con ella. En Ecuador existen algunos HackLabs y podemos crear muchos donde no existen.

Debemos ir a clases y asombrar a nuestros compañeros siendo mejores que el profesor. Se imaginan el rostro de uno de sus profesores porque ustedes son los que le están enseñando.

Las universidades deben dar soluciones reales a la gente involucrando a sus estudiantes en proyectos que le quiten el frío y el hambre a las personas que no han nacido en la misma posición que nosotros. Y nosotros los jóvenes somos el puente para eso.

Debemos armar esos autos que ahora se encuentran en internet a una fracción del costo e invitar a la gente a dar un paseo en el futuro.Lo mejor que uno puede hacer para cambiar la perspectiva de la gente y conectarla con este proceso es informarse continuamente sobre nuevas posibilidades que cambian el mundo, que hacen que los problemas de hoy se vean ridículos, asombrarse ante tales cosas y compartirlas de una manera sincera, siempre revisando tus fuentes, siempre citándolas, porque lo más importante no es ser un fin, sino un puente entre aquellos que te rodean y las grandes posibilidades que encierra el presente.

¿Por qué toda la investigación farmacéutica debe ser de libre acceso?

Artículo original por Cory Doctorow 

‘La antiquísima costumbre de la industria de suprimir evidencia científica motivó a Goldacre a declarar que nada de lo que sabemos acerca de la medicina moderna se debe asumir como correcto’. Fotografía: Doug Steley C/Alamy

Hace poco almorcé con el más acérrimo defensor del acceso abierto que jamás haya conocido (no lo voy a nombrar, porque sería descortés atribuirle comentarios casuales sin su permiso). Estábamos hablando de los planes para demandar la publicación libre y abierta de la investigación científica financiada con fondos públicos. En Estados Unidos, existe la Ley Federal de Investigación Pública y en el Reino Unido, el gobierno de coalición anunció que la investigación financiada con fondos públicos deberá estar disponible sin costo alguno, bajo una licencia Creative Commons que permita réplicas ilimitadas.

Habíamos estado hablando de un excelente nuevo libro de Ben Goldacre, Bad Pharma, en el que Goldacre documenta el problema de los «datos perdidos» en la investigación farmacéutica (él dice que cerca de la mitad de los ensayos clínicos realizados por la industria farmacéutica nunca se publican). Los ensayos no publicados, por supuesto, muestran resultados desfavorables para los nuevos productos de las compañías farmacéuticas – son ensayos que sugieren que los medicamentos no funcionan muy bien, o no funcionan en absoluto, o son activamente perjudiciales.

La antiquísima costumbre de la industria (y de algunos investigadores independientes) de suprimir evidencia científica motivó a Goldacre a declarar que nada de lo que sabemos acerca de la medicina moderna se debe asumir como correcto, y argumenta que es urgente forzar la liberación de toda esa “materia oscura farmacéutica” para que los científicos puedan recalcular y trabajar con lo que realmente funciona.

Se lo comenté a mi comensal, terminando con: «Y es por eso que toda la investigación farmacéutica debe ser de libre acceso».

«Toda la investigación farmacéutica financiada con fondos públicos», dijo, como corrigiendo un error de aritmética elemental. «Si el público paga por ello, deberían verlo, pero si las compañías farmacéuticas quieren pagar por su propia investigación, pues…».

Sabía por dónde iba el asunto. Uno de los argumentos más fuertes para el acceso público a las publicaciónes académicas y científicas es el argumento de «deuda pública»: si es el público quien paga para hacer la investigación, la investigación debería pertenecer al público. Ese es un buen argumento, pero no es toda la historia. Por un lado, es vulnerable al contraargumento de la «colaboración público-privada», que va más o menos así: «Ah, sí, pero ¿por qué no asegurar que el público obtenga un dividendo máximo de su enorme inversión cobrando por el acceso a la investigación financiada con fondos públicos, para devolver el beneficio al sector de la investigación?» Creo que este argumento es una basura, al igual que lo creen la mayoría de los economistas que han estudiado la cuestión.

El bien público del libre acceso, la investigación sin trabas, genera más valor económico para el público que el subidón de azúcar que obtienes al cobrar al público al entrar y salir. Esto ha sido verdad en muchos sectores, aunque el ejemplo canónico es el ingreso público masivo que recibió el Servicio Geológico de Estados Unidos por sus mapas de libre uso, los cuales han generado una fortuna, que hace que los ingresos obtenidos por la Encuesta de Ordenanza sobre los mapas de Reino Unido, se vean como una miseria .

Es por eso que el trabajo de Goldacre es importante para esta discusión. La razón por la que las compañías farmacéuticas deberían estar obligadas a publicar sus resultados no es que hayan recibido una subvención pública para la investigación. Más bien, se debe a que están pidiendo una certificación gubernamental diciendo que sus productos son aptos para el consumo, y que están pidiendo al espacio regulador que permita a los médicos recetar estos productos. Necesitamos revelar su investigación – aunque ello socave sus ganancias – porque sin esa investigación, no podemos saber si sus productos son aptos para su uso.

Este argumento es similar al usado cuando se habla de software libre/código abierto en aplicaciones industriales y de salud, tales como el sistema OpenEyes desarrollado por Moorfields Eye Hospital y otras instituciones de todo el mundo, tras el colapso del proyecto de historia clínica electrónica del NHS. Ellos no optaron por un sistema abierto en lugar de un sistema propietario por razones ideológicas, sino por razones eminentemente prácticas. Ningun hospital confiable permitiría jamás que una empresa de ingenieros construya una nueva ala de un hospital con medios propios secretos para calcular sus cargas-tensiones. No aceptarían una nueva ala en donde los planos de la obra fueran un secreto, donde la ubicación de los conductos y los troncales fuera conocida sólo por el contratista.

Es cierto que las empresas de ingeniería y arquitectura podrían ganar más si sus métodos hubieran sido propietarios, pero exigimos transparencia, porque tenemos que ser capaces de mantener los hospitales, independientemente de la suerte de cualquier empresa de ingeniería, y porque tenemos la certeza de poder volver a verificar los cálculos de carga por nuestra propia cuenta. Los sistemas informáticos utilizados para administrar a los pacientes en el hospital son tan vitales como la ubicación de los cables de Ethernet en las paredes, y así Moorfields espera que sean tan abiertos como los planes arquitectónicos para sus edificios.

Y es por eso que las grandes farmacéuticas necesita mostrar su trabajo, porque independientemente de sus resultados, no se deben permitir sus productos en el mercado sin tal demostración. Es importante que lo financiado con fondos públicos quede en manos del público, pero ahí es donde comienza la historia del libre acceso, no donde termina.

Código Abierto

«Puede ser cierto que detrás de cada cínico hay un idealista fracasado, pero en un mundo en el que ninguna buena acción queda sin castigo, es fácil ver cómo los más sensibles a la condición humana no pueden dejar de sufrir una especie de trauma espiritual, donde la buena voluntad infantil, la curiosidad y el desarrollo racional son pisoteadas, suprimidas y destruidas por el tradicionalismo tenaz forjado por la supuesta virtud de elitismo arrogante».
– Peter Joseph

Hace unos cuantos días estaba bastante insatisfecho con mi vida (tal vez debido a la deprivación de sueño que sufre toda persona que trabaja en un hospital) y vino a mi  mente un artículo que leí los días siguientes a la muerte del activista Aaron Swartz, específicamente uno de sus párrafos donde el autor describía la frustración de Aaron con el mundo y sus altos estándares de exigencia a las personas que le rodeaban, tal vez me sentí bastante identificado en ese instante y sentí el impulso de cazar el artículo que había impregnado mi inconsciente.

Aaron Swartz a sus 14 años

Me sentí  absorbido por su caso, empecé a publicar frases en  twitter y facebook acerca del tema y un amigo comentó compartiendo el enlace de uno de los artículos más completos que he encontrado al momento acerca de Swartz.

El artículo recorría la vida de Aaron desde sus inicios, explicaba su tendencia ideológica compartiendo datos sobre sus padres y abuelos y las luchas que habían sostenido, Swartz abandonó el colegio debido a que no estaba feliz con cómo funcionaban las cosas, muchos años y experiencias después también dejó Stanford porque ‘era un lugar más que se debía arreglar’. Era un blogger prolífico  y desde una edad muy corta mostró grandes aptitudes para la informática y la dinámica social. Escogió sociología como carrera porque quería cambiar el mundo. Sistemáticamente detectaba errores en las estructuras sociales que le rodeaban y buscaba formas de corregirlos. Buscaba compañeros de trabajo para esta ardua labor de hacer del mundo un lugar mejor.

No me considero un genio pero creo que, como muchos, me sentí identificado con Aaron, mejorar a la sociedad no es nada fácil, muchas veces es un mal negocio y definitivamente genera un estigma social. Hay cierta desesperanza cuando un clamor de auxilio muere después de un eco muy corto y creo que el acoso que sufrió Swartz de parte de su gobierno y el sistema de justicia son un símbolo claro de lo agresivo que puede ser el mundo con personas que tienen una perspectiva diferente, especialmente cuando esa visión va más allá del reformismo.

Esa misma semana dediqué toda una tarde a la traducción de la entrevista que realicé a inicios de año a Federico Pistono, la traducción es una de las labores que silenciosamente realizo desde hace más de un año con el fin de incentivar a hispanoparlantes con información relevante y absolutamente necesaria. Al igual que Swartz, Federico es una prospecto joven con un profundo conocimiento de la informática y dedicado al activismo social. Su perspectiva, no obstante, es mucho más optimista.

No puedo evitar pensar que Federico también ha sentido la misma decepción que Aaron durante su vida, de hecho sé, por una o dos conversaciones que hemos sostenido, que la gente a su alrededor también le ha fallado y que en varias ocasiones no tuvo otra opción que dejar algo que parecía prometedor y empezar nuevamente desde cero. Para citar a otro de nuestros compañeros:

Queremos cambiar el mundo. El sistema de reparto de la riqueza, el sistema de catalogación de la riqueza, el sistema de producción, la organización política, la cultura, las religiones, es decir, el cambio que proponemos es un cambio integral. Complejo. Difícil.

Es una tarea que, además de paciencia y la capacidad de conectarnos como parte de un proceso mucho más grande de evolución humana y natural, requiere una estrategia adecuada para una trayectoria de tan largas dimensiones, donde no sólo somos gotas en el océano, somos además partículas fugaces en la construcción de algo que posiblemente supere nuestro período de vida o nuestra capacidad de aportar durante ella, cualquier que sea la razón para ello.

El código abierto

Richard Stallman fue el héroe de la vida de Aaron Swartz, una gran influencia para Pistono y más importante aún, el iniciador de una revolución acerca de como participar en la sociedad y transformarla. Stallman es el fundador del Movimiento de Software Libre y para quienes no están muy encariñados con las computadoras o la tecnología esto les dirá poco, así que les ruego paciencia.

¿Alguna vez se han preguntado que pasa con un programa en la web cuando quien lo creó muere? Pues todo secreto se lleva a la tumba, el código abierto en cambio permite que otras personas que trabajan en el mismo campo sean capaces de identificar como se montó una estructura específica. Toda página tiene un código, así como todo programa. Es similar al plano de una casa, o al modelo de una máquina. Que algo sea de código abierto significa que aunque el creador muera o se desligue de un proyecto, quienes están interesados en él pueden continuar.

Hacer que algo sea de código abierto es además declararlo patrimonio común de todos los seres humanos, para siempre y es una forma de potenciar el trabajo colaborativo sobre los intereses económicos, podría parecer algo lindo y utópico ¿Verdad? Pero ahora tenemos a GNU/Linux en 1 de cada 4 compuradores corporativos. Tenemos a Apache en más que la mayoría de todos los servidores web.

Federico escribe:

El Código Abierto no es solo software. Es una filosofía. Es la idea de que compartir es mejor que el secretismo, es la prueba de que la cooperación es más efectiva que la competición despiadada; y que mediante la apertura de planos, el desarrollo de la ciencia, la cultura, las artes y todo lo que es positivo se acelera. Es posiblemente el ejemplo más destacado de todos los logros humanos

Creo que el código abierto no es un buen método, es EL MÉTODO, el camino a seguir, y  es especialmente importante para mí porque veo la forma de dejar un legado sobre algo que es verdaderamente importante y rebasa mis límites. Es el efecto exponencial que estaba buscando a mis acciones. Pienso que cada uno de nosotros no solo debe aportar en cuestiones técnicas sino que debemos dibujar nuestros sueños y regalarlos al mundo, contar lo que hacemos y dejar que otros lo sepan, lo modifiquen, lo mejoren y perpetúen.

Hoy hago ese compromiso personal de compartir mis sueños para que las otras personas sepan que no están solas, para que podamos trabajar juntos y para que nuestros sueños duren al menos eternidades.

Que tu vida sea de código abierto.

Cambio Social: Software vs Hardware

“Esta claro que nuestra tecnología ha sobrepasado nuestra humanidad”
– Albert Einstein

La oficina postal de Londres trabajó diligentemente para mejorar su servicio postal, de tal manera que habían logrado que el 98% de sus entregas de primera clase llegaran dentro de las primeras 24 horas; estaban muy contentos con ello pero querían ir más allá, querían llegar al 99%. Este uno por ciento extra casi termina con toda la empresa. Al mismo tiempo, si tú le preguntabas a la gente en la calle sobre el porcentaje de entrega en el primer día, la gran mayoría de personas respondía que éste era del 50-60%.

Este hecho claramente refleja el estado actual de la sociedad y, en cierta manera, del activismo alrededor del mundo. La gente que quiere cambiar el mundo lucha desesperadamente por construir nuevos modelos fuera de la lógica de consumo ignorando completamente la eficiencia que la tecnología ha creado para nosotros. Esto es totalmente comprensible, a diferencia del ejemplo arriba descrito esto no es mera percepción, la escasez está presente y es totalmente palpable, pero es meramente contextual. Las plantas de desalinización que permiten acceso a agua limpia, las baterias de gran capacidad de almacenamiento que junto a las células solares más eficientes podrían abastecer al mundo, los edificios de hidroponia que alimentarán naciones enteras parecen escondidas detrás de las patentes corporativas y de la ineficiencia de los gobiernos.

Es por eso que gente como Marcin Jakubowski inició los modelos de código abierto y los aplicó para la creación de nuevas civilizaciones que generan una ‘economía de la pos-escasez‘, que mediante el uso de materiales locales (que generalmente son abundantes) combinados con un estilo de ‘hágalo usted mismo’ permiten a las personas fabricar sus propias herramientas de vida.

¿Qué decir sobre nuestras formas de decisión colectiva? Todavía hoy la gran mayoría de países manejan una democracia representativa y esto es aceptado por la mayoría. Tal vez nunca te has puesto a pensar esto pero ¿No se creó la democracia en una época donde la gente no podía decidir en conjunto? ¿Cómo exactamente nos ‘representa’ alguien ahora que podemos brindar nuestra opinión y voto con solo un clic? ¿Están mejor preparados los asambleístas o congresistas respecto a aquellos que tienen acceso al internet? En Estados Unidos de los más de 500 miembros, sólo 2 pueden ser considerados científicos. Y son precisamente estos quienes construyen las carreteras, mejoran los sistemas de salud y disminuyen el impacto ambiental. En última instancia lo único que hacen los políticos, además de declarar guerras, es decidir hacia donde se dirige el dinero, pero en este mismo país el crowd-funding ha dado a las artes más que todo el presupuesto anual junto.

La gente está trascendiendo a sus gobiernos y hoy puedo ciertamente afirmar que mientras mayor penetrancia tenga el internet, mayor será el potencial liberador de la tecnología en la gente si la gente está adecuadamente informada sobre ello. Pero frente a toda esta revolución me pregunto: ¿Es más trascendente que los activistas alrededor del mundo se planteen construir nuevas estructuras físicas [HARDWARE] o más bien se enfoquen en replantear las estructuras mentales de la sociedad [SOFTWARE]?

Mientras más pienso en ello veo que en la actualidad podemos prescindir de la primera, pero no de la segunda. Si todas las personas que quieren disminuir su huella ambiental -el impacto negativo que tenemos en el ambiente- lo hacen… en el largo plazo eso no cambiará nada, tendría el mismo efecto que un suicidio colectivo. Es nuestro impacto en la vida de otros lo que realmente generará un cambio a largo plazo.

Sin embargo no puedo evitar sentirme inspirado por la explosión en el desarrollo del hardware de código abierto y eso no es nada comparado con la paz que conseguirán aquellos que actualmente viven en miseria cuando apliquen estos modelos.  La socialización de estos modelos es extremadamente importante.

Es confuso y esta nube de dudas es quizás la que debe disolverse para que podamos avanzar como sociedad, no tengo la respuesta perfecta pero tengo la convicción de que debemos incluir a más personas dentro de esta conversación global, llenar de optimismo a nuestras generaciones e inspirar de alguna manera a las grandes masas que forman parte de la sociedad en movimiento, porque es ahí donde están escondidas las respuestas que aún no han sido contestadas:

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Proyectos Open Source y Creative Commons

“Sé el cambio que quieres ver en el mundo”. Mahatma Gandhi

Software
  • Firefox: Navegador web Open Source, gratuito e independiente
  • Linux: sistema operativo para PC y Server Open Source gratuito y de calidad Ubuntu | Mint | Fedora
  • Diaspora: Red Social (como Facebook) es Open Source es independiente, tus datos no son vendidos a las multinacionales para hacer uso como publicidad. ¿Qué es Diaspora?
  • Libreoffice: software tipo office Open Source.
  • LibreProjects: 145 servicios web libres y alternativos.
Hardware
Educación
Servicios útiles
  • Viaje Compartido: servicio de compartición de automóviles para trasladarse del domicilio al trabajo, o cualquier otro viaje programado. http://www.roadsharing.com/es/
  • Open Source Ecology: servicio de diseño creativo de hardware común de la maquinaria necesaria para trabajo cotidiano para el funcionamiento de una civilización tecnológica completa, sin la obsolescencia y a un bajo costo.
  • Couch Surfing: comunidad de personas que comparten sus hogares y / o jardines para vacaciones y días festivos, sin costo alguno.
  • Just For The Love Of It: trueque de servicios sin dinero, creado por Mark Boyle, quien dice que se inspiró en la figura de Gandhi.
  • WikiHouse: sitio creative commons que recoge proyectos CN de vivienda y sus instrucciones complementarias.
  • Kickstarter | Indiegogo: financia tu idea en la red a través de la financiación en masa.
  • Ecosia: motor de búsqueda que permite salvar los bosques, más información aquí
  • OpenStreetMap: proyecto de mapeo libre (a diferencia de google maps).
  • Waze: aplicación que permite saber que cosa sucede en las calles en tiempo real.
  • Imo: agrupa servicios de mensajería instantánea (facebook, Skype etc)
  • Wikitude: enmarca una obra de arte, edificios, o local  para obtener información y revisiones.