Violencia estructural: nace, sufre, muere

“La mayor forma de coerción es la escasez/privación que crea la desigualdad económica. El mercado es el mayor generador de desigualdad de riquezas en el planeta por su premisa fundacional de ventaja competitiva. Hoy, el 46% de la riqueza está en manos del 1%, mientras mil millones padecen de hambre (…) el planeta es visto sólo como un inventario por explotar. El trabajo y la supervivencia misma están ligados al consumo, no a la preservación. Una falla estructural fatal. La “violencia estructural” que crea es la principal causa de mortalidad en el planeta Tierra. Son muertes causadas por la desigualdad que crea las presiones del mercado”.
– Peter Joseph

¿Qué es la violencia estructural?

El término “violencia estructural”, se atribuye comúnmente a Johan Galtung, quien lo introdujo en su artículo “La violencia, la paz y la Investigación de la Paz” (Journal of Peace Research, vol. 6, No. 3, 1969, páginas 167-191) Se refiere a una forma de violencia donde algún tipo de estructura o  institución social perjudica a las personas al impedirles satisfacer sus necesidades básicas.
En 1976, Gernot Köhler y Norman Alcock realizaron un estudio denominado ‘una tabla empírica de violencia estructural’. Ellos extrapolaron un total de 18 millones de muertes anuales a causa de la violencia estructural en Estados Unidos. Han pasado ya más de 35 años desde entonces, tiempo en el que la brecha mundial entre ricos y pobres se ha duplicado, lo que sugiere ahora que la cifra de muertos sería incluso mayor.  La siguiente tabla muestra las tasas de muerte de un grupo demográfico específico, revelando la más amplia correlación de bajos ingresos y el aumento de la mortalidad.
Un estudio de 2009 en el “American Journal of Epidemiology” llamado “Life-Course Socioeconomic Position and Incidence of Coronary Heart Disease”, encontró que cuanto más tiempo una persona permanece en la pobreza, más probable es que desarrolle enfermedades del corazón. Las personas que estaban en desventaja económica a lo largo de su vida eran más propensos a fumar, ser obesos, tener dietas pobres,etc. Un estudio anterior realizado por el epidemiólogo Dr. Ralph R. Frerichs, centrándose específicamente en la brecha socio-económica en la ciudad de Los Angeles, CA, EE.UU. encontró que la tasa de mortalidad por enfermedades del corazón era 40% mayor para los pobres que para los más ricos.

La violencia estructural es la principal causa de violencia conductual

El psiquiatra James Gilligan profundiza en este tema y diferencia la violencia estructural de la violencia conductual. Él señala:
“Los  efectos letales de la violencia estructural operan continuamente, en  lugar de forma esporádica, mientras que los homicidios, los suicidios…  guerras y otras formas de violencia de comportamiento se producen una a  la vez”. (James Gilligan, Violence, GP Putnam, 1996, p192)
La violencia estructural sería un tipo de violencia indirecta, es decir, las acciones que provocan el hambre en el mundo, por ejemplo, no están  diseñadas y realizadas directamente con ese fin, sino que son  derivaciones indirectas de la política económica capitalista y del  injusto reparto de la riqueza. Esto provocaría que las causas que  producen la violencia estructural no sean visibles con evidencia en  algunos casos o en un análisis poco profundo y, por consiguiente que sea  más difícil y complicado enfrentarse a este tipo de violencia. Por el  contrario, la violencia directa, al ser la más visible de todas permite  con mayor facilidad afrontarse a ella.
El modelo social actual, mantiene enormes niveles de corrosiva ineficiencia económica en general y apoya intrínsecamente un grupo económico o “clase” de personas sobre otro, lo que perpetúa el desequilibrio técnicamente innecesario y la privación relativa. Esto podría ser llamado “intolerancia económica” en su efecto y no es menos insidioso que la discriminación arraigada en el género, el origen étnico, la religión o el credo.
Sin embargo, esta “intolerancia” inherente es sólo una parte de la violencia estructural, que ilumina un amplio espectro de sufrimiento, crueldad y privaciones que simplemente hoy se acepta como “normal” por una mayoría desinformada. Este contexto de violencia se extiende mucho más lejos y más profundamente de lo que muchos consideran.  Otros ejemplos claros de Violencia Estructural los encontramos en el Apartheid, en la obligatoriedad del servicio  militar, o en el sistema jurídico internacional que empobrece continuamente a los países del Sur, en  beneficio de los del Norte.
Sobra decir que en una sociedad global, con no sólo una creciente disparidad de ingresos, sino que con una inevitable disparidad de “autoestima”, ya que el estatus se promociona como directamente relacionado con nuestro “éxito” en nuestro trabajo, niveles de las cuentas bancarias y similares, no es ningún misterio que los sentimientos de inferioridad, vergüenza y humillación sean un elemento básico de la cultura de hoy. La consecuencia de esos sentimientos tiene consecuencias muy graves para la salud pública, como se ha señalado antes, incluyendo la epidemia de violencia conductual que vemos hoy en sus variadas y complejas formas. Terrorismo, tiroteos en la escuela local y la iglesia, junto con otros actos extremos que simplemente no existían antes en los anales y que encuentran hoy contexto, revela una singular evolución de la violencia en sí misma.

La no violencia empieza donde uno no lo espera

El alcance de cómo nuestro sistema socio-económico  innecesariamente disminuye nuestra salud pública e inhibe nuestro  progreso hoy en día, sólo se puede reconocer claramente cuando tomamos  una más objetiva y “técnica” o “científica” perspectiva de los asuntos  sociales, por encima de las familiaridades tradicionales, que a menudo  nos ciegan, o para citar al Dr. Gilligan: “Si queremos prevenir la violencia, entonces, nuestra agenda es la reforma política y económica”.
Artículo original publicado por Movimiento Zeitgeist Ecuador.

RENTA BÁSICA: ¿Un nuevo derecho universal?

Hace pocos días Peter Joseph, fundador del Movimiento Zeitgeist publicaba en su página de facebook:

«Esta es una idea pŕactica (de transición) que vale la pena apoyar/conocer»

Y a continuación podíamos encontrar el enlace de youtube sobre la Renta Básica Universal, en Ecuador eso se traduciría como salario mínimo vital universal. Bueno, por qué quiere Peter Joseph que todo el mundo tenga dinero trabaje o no. La razón es que las actuales tendencias de mercado han mostrado claramente un incremento en la producción de cosas, y al mismo tiempo un decrecimiento en la mano de obra. De hecho, una estimación reciente señala que el 47% de los empleos podrían desaparecer con la tecnología actual.

Acoplado o no a este fenómeno, está otro que en los últimos años se ha vuelto cada vez más evidente: la desigualdad de ingresos. Los ricos se están haciendo más ricos y los pobres más pobres. Según comenta Dmytri Kleiner:

«Si naciste pobre hoy, tienes menos posibilidades que nunca de dejar de morir en la pobreza, o de dejar  a tus hijos en la pobreza. Esa es la condición global».

Peter piensa que muy pronto habrá un gran número de personas que no podrán acceder a los recursos más básicos de la vida, y tiene razón. Ahora mismo más de la mitad del planeta vive con menos de $2,50 al día y, si juntáramos a todas las personas sin hogar en el mundo, conformarían el 13° país más grande del planeta.

Sin embargo creo firmemente que una Renta Básica Universal no funcionará, por como han ido las cosas hasta ahora, es casi seguro que el momento en que se patrocine esa iniciativa, los Estados nos empezarán a cobrar todo lo que ahora deben garantizar, y esto se vuelve más evidente cuando consideramos que a futuro tendremos escasez relativa de agua fresca, aire limpio y, si no tenemos un cambio en la estructura global, también de energía.

La segunda cosa que me desanima es que lo que en un momento es ‘suficiente dinero’, de repente se convierte en insuficiente debido a la gran variabilidad del mercado. Conociendo lo lenta que es la burocracia en todos los países y los plazos que suelen mantener este tipo de leyes, dudo que el sistema sea lo suficientemente eficiente como para mantener esa renta en lo que se supone debe ser: acceso a las necesidades básicas.

Ahora, tal vez Joseph entiende también esto pero ve el mérito de esta iniciativa en que es un concepto verdaderamente simple que se puede aplicar en todo lugar. Yo pienso que hay otra solución con un concepto tan simple como ese pero que al largo plazo podría brindar muchas más garantías.

COPYLEFT

Al contrario del copyright (derechos de autor), el copyleft es básicamente un acto de nobleza por parte de quien inventa un nuevo diseño, escribe un nuevo libro o codifica un nuevo software. Es declarar a su creación como patrimonio común de toda la humanidad, para siempre.

Gracias a esto hemos podido apreciar el surgimiento de toda una industria mundial (software libre), que ahora ha tomado uno de cada cuatro computadores corporativos en el mundo y ya en 2007, la economía de productos libres constituía un sexto del Producto Interno Bruto de los Estados Unidos. El crecimiento tan grande de un trabajo sin dueño se debe a que pequeños aportes constituyen mejoras no a una pequeña cosa sino a un sistema de conocimientos que funciona con una lógica de uso, de eficiencia y de sostenibilidad. Podemos mencionar como un ejemplo de esto a los diseños de Open Source Ecology, quienes han reducido el costo de máquinas industriales a un octavo del precio en el mercado, pero paradójicamente han aumentado su durabilidad 5 veces.

A diferencia de la Renta Básica Universal que transfiere dinero a manos de la gente, el copyleft transfiere directamente bienes materiales e inmateriales, puesto que abarata los costos y disminuye las barreras adquisitivas en una manera enorme. Las impresoras 3D con un potencial de producción industrial perderán su patente el próximo año y eso significa que finalmente en 2014, tendremos una potencial revolución industrial en cada hogar.

Estos sistemas distribuidos, junto con los ya existentes en agricultura y energía, permitirán que las sociedades tengan una resiliencia cada vez mayor, independiente al humor económico de la época y, por tanto, puede resultar una solución mucho mejor a largo plazo que solamente dar dinero a la gente y que, a fin de cuentas, no pueda obtener recursos sostenibles.

Amigos del mundo, defiendan el copyleft.

 

 

Porque apoyo al Movimiento Zeitgeist

A fines del 2010 fundé el capítulo ecuatoriano del Movimiento Zeitgeist, organización dedicada a la difusión de valores sociales compatibles con la sostenibilidad, la aplicación del método científico como sistema de decisiones sociales y la no violencia.

Espiritualidad

«La oración no es un pedido, es un anhelo del alma.
Es la aceptación de nuestra debilidad. En una oración es mejor tener
un corazón sin palabras, que palabras sin corazón»

– Mahatma Gandhi

Cuando me encontraba en el colegio San Gabriel, una institución emblemática de mi ciudad y conocida por haber protagonizado el milagro de la virgen que lloró, yo era una persona creyente y devota. No me importaba asistir a misa (eso venía por descontado en nuestras actividades) pero sí tener un claro conocimiento de las escrituras y tener una relación cercana con Dios.

Mis padres empezaron a frecuentar un grupo de oración y a menudo pedían mi explicación o consejo respecto a una cosa u otra. Fue además un soporte para todos nosotros pues uno de nuestros familiares más queridos había fallecido recientemente producto de un cáncer de pulmón.  Estas reuniones eran lindas, la gente era amable y uno no podía evitar sentirse acogido y al mismo tiempo asombrado ante los testimonios que daba la gente.

Poco después las clases de Filosofía me brindaron una perspectiva distinta sobre la comprensión del universo, disfruté mucho esas lecciones… Sentí que mi cerebro compartió la evolución del pensamiento humano conforme iba repasando históricamente como los pensadores habían reestructurando la visión que teníamos del mundo. Me vi enfrentado a otras versiones, especialmente de ciertas culturas orientales, de la fábula bíblica; así como a nuevas definiciones de la espiritualidad misma. Hoy en día mantengo cierta empatía con la forma tibetana de budismo y su práctica de compasión activa, no violencia y ecología.

No obstante, esta sensación de que existía algo superior persistía. Con el afán de aprender sobre lo que se vendía como una medicina holística que no daña al cuerpo, decidí explorar ciertas terapias alternativas y, llevado por la malla curricular del instituto donde me tocó, terminé estudiando hasta ufología y «artes» adivinatorias. Se podría decir que entiendo bastante de sanación energética, algo de medicina china y muy bien de astrología. Recalco que, cuando menciono esto, me refiero a que entiendo la «lógica» que presentan dentro de su propio contexto, pero que no por ello las afirmo como valederas. He estado presente en canalizaciones de espíritus, curaciones, limpias… lamentablemente nunca pude ver un endemoniado o un exorcismo.

Siempre tuve un interés en ayudar a otras personas. Habiendo atestiguado y asimilado todo esto aún me sentía incompleto, eso sin mencionar que había cierta presión social porque haga algo decente con mi vida, así pues empecé mi carrera de medicina.

Al comienzo me emocioné muchísimo porque podía explicar cosas que antes no entendía, como la información se transformaba en energía y como un impulso desencadenaba una reacción dentro de la célula, parecía que todo calzaba y lo recalco: parecía. Mientras más me adentraba en los detalles de la fisiología humana, de la física, había cada vez más disonancias entre aquello que «aprendí» y como realmente funcionaban las cosas. Recordé las enseñanzas de mi vida pre universitaria y renació el leve escepticismo que tenía respecto a todo lo que me decían. Siempre dudé, pero a falta de una explicación mejor mi cerebro no tuvo otra opción que aceptar. Ahora tenía argumentos más claros y sencillos a muchos  de los fenómenos que antes me parecieron extraños.

La naturaleza es increíble, si bien ya no era algo sobrenatural, el momento que uno repara en las minuciosidades de nuestro mundo y en el proceso que ha tenido que llevar a cabo para descubrirlas, no puede uno dejar de maravillarse y asombrarse.

«¿Sabe señora porque duele tanto el parto? Es por la evolución. Mire, lo que pasa es que en el momento que empezamos a caminar erguidos, nuestras caderas tuvieron que estrecharse y debido a ello todos los seres humanos nacemos prematuros, nuestro cerebro no termina de desarrollarse hasta los dos años de edad y es debido a este fenómeno que muchos de los estímulos los recibimos antes de que el cerebro sea lo suficientemente maduro, aunque estemos fuera del útero».

La ciencia es sencillamente increíble y hermosa, pero la espiritualidad aún tenía ese algo que me llamaba la atención. En mi imaginación ese otro mundo era una especie de mezcla de pasado, presente y futuro; donde la sabiduría de todos los tiempos convivía, donde se encontraba una armonía perfecta. La gente cuando reza, está en sesiones espiritistas o cosas similares siempre menciona recibir mensajes que clarifican cosas, que parecen provenir de algo que escapaba a su intuición. Durante épocas inestables de mi vida yo fui aconsejado y se habían hecho varias predicciones acerca de mi futuro y de personas cercanas. Muchas de estas no se cumplieron, algunas sí.

Hubo una pausa en mi vida respecto a esta búsqueda espiritual, estaba muy enfocado y ocupado con mis estudios y todo hubiera seguido así sino fuera porque me pasó algo similar a cuando a empecé mi carrera universitaria. En el 2009 tuve la oportunidad de ver uno de los documentales de Peter Joseph explicando esencialmente de dónde viene y hacia donde va el dinero. Jamás en la vida me lo habían explicado, renacieron mis inquietudes de niño, mis ganas de explicar a la gente, mi profundo deseo de acabar con pobreza de la gente, pero no fue hasta que pasaron los minutos y escuché a Jacque Fresco hablar de este término que muchas veces estuvo en mi cabeza que algo hizo clic en mí: Economía Basada en Recursos.

Me quedé atónito frente a su explicación de los problemas sociales y ante la sencillez de las soluciones propuestas. Como en medicina, resultaba que esta explicación era mucho más sencilla. No era el karma de la gente, ni la ley de la atracción, no era culpa de sus pecados sino que las explicaciones para el sufrimiento, la desigualdad humana, la pobreza, la guerra al fin tenían sentido. Aún siento la emoción de encontrar una respuesta a una pregunta que parecía haberse perdido. La ciencia iluminó mi vida una vez más.

De repente los mensajes espirituales ya no eran lo mismo, ya no estaban llenos de sabiduría sino de proyecciones personales, de repente parecía que los seres humanos habían creado algo que tenía más sentido. Hace poco le decía a una amiga que en esa época me pareció que lo mejor que podían hacer esos espíritus (en caso de existir) era encarnar y ayudar en esta transición, en la aplicación del método científico hacia el bienestar social.

Había más respuestas de las que hubiera imaginado. Descubrí gente alrededor de todo el planeta actuando por un mundo mejor. Empecé a conectarme con esa gente en formas que no puedo describir exactamente, a veces simplemente compartiendo esa sensación de asombro, viendo que alguien se atrevió a pensar distinto, quedando impactado por videos de Jason Silva, enamorado de la pasión de Mark Boyle, envidiando la tenacidad de Marcin Jakubowski, emulando la genialidad de Federico Pistono, charlando con Ben McLeish o Seth Lievense. Lo que pasó sencilamente es que después de muchos años, una vez más me sentí parte de un diálogo global, me sentí incluido, comprendido y acogido.

He pasado mucho tiempo tratando de entender que significa exactamente la espiritualidad, varias personas han demandado que en cierta forma, no debería olvidarla y lo que concluí después de pensar mucho en ello es que aquello que denominamos espiritualidad se compone de dos cosas:

  1. El asombro, la capacidad de quedar impactado por algo, de estar atónito frente a aquello que vivimos.
  2. La necesidad de pertenencia, de sentirse incluido dentro de algo más grande, de estar en armonía con aquello más elevado.

Descubrí entonces que esa espiritualidad jamás se perdió en mí, solo mutó…

Mi capacidad de asombro se alineó con las explicaciones de las 4.000 generaciones que me precedieron y que crearon ese hermoso conjunto de conocimientos que denominamos ciencia, de entender porque los seres humanos sentimos esa necesidad de ayudarnos, de como podemos cultivar la felicidad, dañar menos al ambiente, proveer energía limpia, entender la dinámica del espacio, explorar otros planetas, arreglar esos fallos que el universo dejó en nosotros a modo de enfermedades congénitas, de concentrar más energía en un micro procesador que en todo el sol.

La tecnología es un mecanismo liberador de recursos y como tal puedo explícitamente aportar a mejorar la vida de otras personas y al fin siento que pertenezco a un grupo de gente que no me conoce, que tal vez no habla mi idioma, pero que día a día se esfuerza por conectar, crear, maximizar beneficios, disminuir impacto. Al parecer nos encontramos de camino a algo que sí merece el nombre de civilización. La gente está empezando a conversar de ello cada día más. Siento que esto es contagioso y no puedo dejar de sentir alegría por todo esto que está pasando y quiero/necesito de cualquier manera que sea posible SER PARTE de ese cambio que quiero ver en el mundo.

De repente entiendo a los muertos también, me hablan a través de sus libros, sus palabras resuenan en mis sueños, siento que me conecto con el porvenir y lo predigo porque como dice Peter Diamandis la mejor forma de predecir el futuro es crearlo. Y toda esa espiritualidad termina con un nuevo significado donde vivo el aquí y el ahora. Donde no solo tengo una relación emocional con mi planeta, sino que lo entiendo, donde otros seres humanos son mi familia y donde TÚ eres parte del plan.

El futuro está aún por escribirse, espero hayas traído tu lápiz.