Cómic sobre derechos de autor: Derechos morales vs. Derechos patrimoniales

Cuando un autor crea, su obra está automáticamente protegida por los derechos de autor. Existen dos tipos de derechos: patrimoniales y morales.

Los derechos patrimoniales se venden para que el autor se gane la vida. Incluyen la reproducción o fijación de cualquier medio o por cualquier procedimiento de la obra, la comunicación pública de la obra, la distribución de ejemplares de la obra, La traducción, adaptación, arreglo y otras formas de transformación.

Los derechos morales, en cambio, tienen que ver con el derecho al reconocimiento de la paternidad de la obra (autoría) y el derecho de un autor a preservar la integridad de la obra; no se adquieren por contratos, transferencias o cesiones de los derechos patrimoniales, ni se pierden por prescripción de plazos.

Derechos morales

Divulgación o no de la obra

Mantener la integridad de la obra

Exigir el reconocimiento de la paternidad de la obra

Derecho de arrepentimiento o retracto

Derechos patrimoniales


Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

RemiCCs: El primer concurso de Creative Commons en Ecuador

“Los grandes artistas copian,
los genios ̶r̶o̶b̶a̶n̶ crean a partir del licenciamiento abierto”.
P̶a̶b̶l̶o̶ ̶P̶i̶c̶a̶s̶s̶o̶
Creative Commons

 

El día de ayer, Creative Commons Ecuador lanzó su concurso de escritura y artes visuales «RemiCCs», edición 2018. Un experimento de cultura libre para transformar una obra original en docenas de obras derivadas. Su sitio web menciona: «Queremos que copies, adaptes, mezcles, transformes, perviertas, ilustres, cambies. En otras palabras, que crees libremente.»

Todo esto es posible gracias a las licencias Creative Commons. El cuento “Nunca toques las galletas” del escritor ecuatoriano Ney Yépez Cortés, es una obra libre que usa una licencia CC-BY 4.0 Internacional. En otras palabras, mientras cites el autor y esta licencia, puedes darle cualquier uso a su obra. Cualquiera. El que se te ocurra.

¿Cómo?

La  lógica del concurso es muy sencilla (aquí las bases para que estés al tanto de todos los detalles):

1. Lee el cuento

La obra de Ney será la base para nuestro concurso. Deberás producir una obra que se derive o inspire en ella. Lee el cuento”Nunca toques las galletas” y piensa en todas las cosas que podrías hacer con ello (precuelas, secuelas, spin-offs, finales alternativos, adaptaciones, arreglos u otras modificaciones).

2. Escoge tu categoría

Existen dos categorías:

  • Escritura
  • Artes visuales

Cada participante puede enviar una sola obra por categoría. Sin embargo, puedes participar en ambas categorías.

3. Elige un pseudónimo

Nuestro concurso tiene un proceso de doble ciego. Los participantes no saben quiénes conforman el jurado y los jueces tampoco deben saber quién envía cada obra.

4. Crea tu obra

Recuerda cumplir con todos los requerimientos de formato que se indican en las bases del concurso.

5. Escoge una licencia Creative Commons para tu obra

Creative Commons quiere que realmente pienses qué licencia es la que más te conviene y también le interesa aprender sobre las necesidades de artistas y creadores. En el formulario de envío, tendrás recursos adecuados que te permitirán escoger la mejor licencia.

6. Envía tu obra

Si ya tienes todo listo, puedes enviar tu obra a través del siguiente formulario:

https://goo.gl/forms/yVDFAa0hgdM0HHic2

¿Cuánto?

Los premios son los siguientes:

Primer lugar: $150
Segundo lugar: $50
Tercer lugar: $25

¿Cuándo?

  • Envíos de obra: hasta la media noche del 30 de septiembre de 2018;
  • Publicación del nombren de integrantes del jurado:  1 de octubre 2018;
  • Anuncio de finalistas: 11 de octubre de 2018;
  • Premiación: 18 de octubre de 2018.

Les invito a seguir las redes sociales de CC Ecuador para que estén al día de todos sus actualizaciones: TwitterFacebook e Instagram.

Cumbre Creative Commons 2018: Celebrando el acceso abierto al conocimiento

La Cumbre de Creative Commons es una reunión anual que celebra la cultura de compartir y ofrece un espacio para que las comunidades abiertas desarrollen colectivamente un procomún vibrante y utilizable; impulsado por la colaboración y la gratitud. La Cumbre Global CC 2018 tuvo lugar del 13 al 15 de abril de 2018, en Toronto. Y tuvo como hilo conductor a la red Creative Commons: la nueva estructura participativa del movimiento.

Me encantó la cumbre. Las charlas y sesiones me recordaron que hay una nueva forma de involucrarte con tu comunidad en la era digital. Tuve la oportunidad de saludar al profesor Lawrence Lessig, fundador de Creative Commons, entablar conversación con Katherine Maher, directora de Wikimedia y aprender de Ruth Okediji, co-directora del Berkman Klein Center de Harvard. Pasión, empoderamiento e inclusión fueron el centro de todas las conversaciones en el Hotel Delta de Toronto. Durante estos tres días, abracé a personas de todo el mundo, aprendí con ellas, para ellas, a través de ellas. Es una experiencia que definitivamente quiero repetir en Lisboa, en 2019.

Mi charla, “Mapeo e involucramiento de las stakeholders: Implementación de políticas para los Comunes”, informó a los defensores y miembros de las organizaciones de la sociedad civil sobre cómo generar cambios en sus propias comunidades. Estoy realmente agradecido por poder compartir con aquellos que lo necesitan y aprecian más. También aprendí sobre las nuevas herramientas desarrolladas por CC para sus miembros.

La nueva red global

La transformación de CC empezó hace algunos años cuando decidieron dejar atrás su modelo de instituciones afiliadas (para adaptar y adoptar sus licencias en cada país) y transformarse en un movimiento de gente que procura compartir. Con este fin, se han dado una serie de cambios:

  • Creative Commons ahora alojará el sitio web de cada capítulo. En algunos meses, estaremos en ec.creativecommons.org < transformaré esto en hiperenlace cuando esto pase;
  • Todos los miembros deberán inscribirse en un sitio web, con la ayuda de otras dos personas de la red (espero escribir otro texto con indicaciones más claras en pocos días);
  • Cada país tendrá un líder nacional y un representante antes CC Global: Estamos reclutando ¡Escríbenos!
  • Finalmente, ahora toda la comunicación de CC se ha centralizado en Slack, cuando estés adentro, busca el canal de cc-ecuador (te van a pedir llenar un formulario, llénalo en español sin problema).

Más pronto les informaremos de nuevas actividades, no olviden suscribirse al blog en la esquina superior derecha.

Un abrazo,

Andrés Delgado-Ron
National Lead (en proceso de aplicación)

Foto de portada: Calú, disfrutando de su primera nevada.

Originalmente publicado en ccecuador.org bajo licencia CC-BY-SA

Cómo hacer archivos públicos más accesibles con Internet Archive

Acá en Ecuador, el volcán Cotopaxi ha iniciado su actividad eruptiva y mucha gente está asustada y desinformada. El gobierno, después de cerca de tres explosiones, ha anunciado hace pocos días su decisión de adquirir equipos de «alerta temprana», pese a que las primeras fumarolas aparecieron en 2002 y, en ese entonces, los expertos ya estimaban una erupción inminente en cuarenta años. Entienden el punto: no estamos preparados. Las redes han servido a los ciudadanos para compartir información durante los dos meses pasados y, pese a ello, el gobierno ha decretado una censura previa en los temas que respectan a la actividad del volcán.

El municipio ya anda repartiendo información —más vale tarde que nunca— pero cuando apareció este tuit y alguien pidió una versión digital, no estuvo tan fácil de encontrar. Ingresé a la página web del municipio de Quito y en su portada, donde debería estar toda la información sobre qué hacer, en mi caso, si erupciona el Cotopaxi, no encontré nada. La verdad es que fue mi culpa porque no esperé a ver todas las imágenes del banner, si hay información sobre qué hacer y el mapa también estaba ahí. Distraído como soy, fui directo a los siguientes enlaces:

Captura de pantalla de 2015-08-19 08-39-35Llamó mi atención el «Atlas de amenazas naturales y exposición de infraestructura DMQ» y entonces hice clic. Para mi sorpresa, inició la descarga de un archivo .rar que pesaba 91 MB. Muchas personas no saben cómo abrir este tipo de archivos comprimidos. Al inicio, Windows te da un mes gratis de WinZip —el programa que usualmente se suele usar— pero luego cobra por la licencia y los mensajes de alerta suelen confundir a la gente (a esas personas les recomiendo que mejor usen el programa de software libre 7z); en mi caso, no tenía instalado nada para abrir el programa. Lo resolví en un segundo, descomprimiendo el archivo en línea, pero si se hubiera tratado de mi madre, hubiera estado llamando al municipio porque el archivo no se abría. En áreas rurales, con un internet más lento, seguramente la conexión se habría interrumpido unas cuantas veces antes de lograr la descarga.

Al descomprimir el archivo original, aparecía un PDF de 128 MB —es un archivo muy grande—. Si se hubiera tratado de otro tipo de archivo, donde las imágenes de mapas no fueran tan importantes, el uso de herramientas en línea como smallpdf (otra herramienta en línea) habría ayudado a reducir su tamaño. No sé qué tan buena idea sea en este caso, pero es bueno dar opciones a las personas que pueden tener una conexión más lenta o no tienen tanta pericia para manejar archivos comprimidos como .zip o .rar.

Lo que el municipio podría hacer es poner el archivo a disposición de la gente pero no únicamente para descargar, sino también para poder leerlo en línea, explorar sus páginas y revisar los contenidos. Imaginen que alguien con conexión lenta demore una hora en bajar el archivo para después descubrir que no le sirve. Así que esto es lo que recomiendo:

1. Carga tus archivos a Internet Archive

  • Ingresa a https://archive.org
  • Crea una cuenta
  • Selecciona el ícono con la flecha, aparecerá una etiqueta «Upload»

Captura de pantalla de 2015-08-19 08-53-28Una vez ahí seleccionamos el archivo de nuestro interés y le damos cargar.

2. Llena todos los datos pertinentes y elige la licencia de dominio público

Si un documento ha sido creado con dinero público, lo más lógico es que este no tenga derechos de autor y se dedique al dominio público. Usualmente todas las obras quedan desprotegidas —es decir, libres— después de algunos años de la muerte del autor, pero si queremos que la obra esté libre desde el inicio, podemos usar la etiqueta CC0 de Creative Commons que produce el mismo efecto (he usado otro archivo como ejemplo):

Captura de pantalla de 2015-08-19 09-12-21

Otra buena opción es usar alguna otra licencia libre de Creative Commons. De las 6 licencias Creative Commons disponibles, solamente dos son licencias de cultura libre (CC-BY y CC-BY-SA). Que una obra de interés público sea libre es importante porque entonces pueden haber trabajos derivados, por ejemplo un podcast o un video explicando la misma información. Si no le damos libertad a nuestra obra, quienes estén interesados en hacer difusión, tendrán que pedir nuestro permiso y eso siempre retrasa el proceso de socialización. También corremos el riesgo de un mal uso de los derechos de autor —la Secretaría de Comunicación, por ejemplo, le pone copyright a todos sus contenidos y a veces lo usa para censurar mensajes críticos—.

3. Espera a la transformación de tu archivo¹

Internet Archive almacenará nuestro archivo gratuitamente en al menos dos localidades distintas, con la condición de que lo pongamos a disposición del público en general. Además, transformarán el archivo —las transformaciones varían según el formato del archivo original— a otros formatos, para que pueda ser leído en muchos dispositivos. En nuestro caso (un PDF), crearán también un libro electrónico o e-book, esto es lo que yo hice con el atlas de amenazas naturales y exposición de infraestructura del Distrito Metropolitano de Quito. Todos los formatos disponibles se pueden ver en este enlace y, desde ahí, se puede también acceder al libro electrónico. La otra ventaja de haber usado los servicio de Internet Archive, es que ahora la gente puede buscar dentro del texto del libro directamente en Internet. He realizado una búsqueda del término «Cotopaxi» y en la base de la imagen se puede ver en qué partes del libro aparece esta palabra, si uno hace clic puede ir directamente a esa parte del texto:

Captura de pantalla de 2015-08-19 09-03-56

Internet Archive crea también un audiolibro —lo que realmente sucede es que un software de text-to-speech lee en voz alta el texto—. Claro, el software por ahora lee el idioma inglés, y en este caso el resultado será tener una gringa leyendo en un acento bastante divertido nuestro libro; seguro otros idiomas se volverán disponibles con el tiempo y esto es importante para las personas con discapacidad visual.

4. Inserta el nuevo libro en tu sitio web

Aunque personalmente prefiero el enlace al libro electrónico, por todas las características que he mencionado, también se puede insertar el e-book dentro de cualquier página web, en un visor más pequeño. Para ello, selecciona en la parte superior derecha el ícono de compartir: . Te aparecerán la dirección URL del libro, la URL de la página que estás leyendo —así puedes dirigir a otros a una página específica— y también un código para insertar un marco dentro de tu página web: un iframe. Pegas el código y listo, ni siquiera tienes que decirle a la gente que usas Internet Archive, aunque sería amable de tu parte. Acá un ejemplo con un embed pequeño:

Si les gustó esta publicación compártanla, sobre todo con las instituciones públicas que tienen documentos difíciles de leer —o que los cuelgan en páginas que restringen su accesibilidad mediante las condiciones de uso o requieren software malicioso, como Adobe Flash, para ver los archivos—.

Notas al pie:

1. La transformación a otros formatos no será inmediata. Habrá un tiempo de procesamiento para el archivo, en este caso fue menor de doce horas.